El Valle del Jerte en la provincia de Cáceres y limítrofe con la provincia de Ávila ofrece uno de los espectáculos efímeros más impresionantes de la península ibérica. Los Cerezos florecen dejando al aire sus pétalos blancos inundando de luz el valle.
La floración de los cerezos no se produce en una fecha fija pero lo normal es que tenga lugar entre finales de marzo y principios de abril; una fiesta que dura solamente unos días, donde el éxito de la visita estará en elegir el sitio adecuado en el momento más oportuno del valle.
Declarado bien de interés cultural en el año 1973, acoge principalmente a turistas nacionales que buscan alojarse en las numerosas casas y hoteles rurales que se encuentran a lo largo de todas las poblaciones del valle. En nuestro caso, elegimos pasar unos días de desconexión en el entrañable hotel Xerete, cerca de Navaconcejo.
El valle se recorre fácilmente circulando por la N-110 que conecta Plasencia con el puerto de Tornavacas, limítrofe con la provincia de Ávila. Durante estos días se pueden recorrer los pueblos con autobuses gratuitos sin necesidad de reserva.
El primer sitio en el que suelen florecer los cerezos es la parte sur y baja del valle, Naveconcejo y Cabezuela del Valle. La zona en la que más tardíamente se pueden disfrutar, es la población de Tornavacas.
La web de turismo del Jerte propone varias rutas por los pueblos, entre ellas vías btt y senderismo en la que destaca la ruta que te lleva a las Cascadas de la Garganta de las Nogaleas.
Este manto blanco me ha servido para realizar una sesión de embarazada en exteriores, un decorado difícil de encontrar en otro sitio u otra temporada.
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