Elegir un buen destino de sol y playa en Tailandia es realmente fácil, lo difícil es elegir cuál, parece una gran contradicción pero en el fondo no lo es. Cualquier destino es espectacular y cuenta con algo que le distingue del otro.
Nuestra búsqueda fue clara y muy acotada ya que buscábamos playas tranquilas con posibilidad de recorrerlas en moto. No queríamos zona de fiesta pero sí un lugar con posibilidad de salir a cenar en diferentes y variados restaurantes.
Koh Lanta es una de las islas más bonitas de Tailandia y está relativamente poco explotada por el turismo. Se encuentra a 80km dirección sureste de Krabi y se puede acceder en ferry o por carretera. Aunque es una isla poco explotada, parece que fue lugar de moda en otra época y que ahora ha quedado suspendida en el tiempo. Casi todos los hoteles tienen un aire noventero.
Después de un placentero vuelo en el que van mezclados turistas que viajan a diferentes destinos de playa, todos ellos con origen desde Krabi, toca buscar la manera más eficiente de ir a nuestro paradisiaco destino.
A Koh Lanta se puede ir de varias maneras y a diferentes precios. La primera es ir en ferry desde el puerto de Krabi a Koh Lanta y cuesta unos 15€.
Nada más salir del avión, en el Hall, verás el mostrador de una empresa de autobuses que te lleva del aeropuerto a su terminal privada y allí compras el billete para el ferry que te deja en la isla. Una vez abonado el ticket, ellos mismos te acercan al puerto a la hora indicada para acceder al barco. Es muy sencillo.
Los ferrys parten de Krabi diariamente a las 11:30h y a las 13:30h.
La travesía dura cerca de 3 horas, en un barco con aire acondicionado. Las maletas se colocan en la proa del barco una encima de la otra. El viaje hace varias paradas en islas más pequeñas, por lo que hace el viaje un poco tedioso.
Otra manera es ir por libre con taxi desde el aeropuerto hasta el puerto y allí sacar el ticket del ferry. Esta opción es más cara siempre y cuando no llenéis el taxi con 4 personas.
La última opción, que es la que suele utilizar casi todo el mundo para la vuelta pero que también se puede elegir a la ida. Se puede ir en furgoneta compartida, el precio es similar al de ir en ferry siempre y cuando se llene la furgoneta. Esta forma puede no ser tan económica si no llena la “Van”.
Precisamente esta es la mejor opción de vuelta porque las compañías de transporte fletan una cada hora, calculando el tiempo para llegar por carretera a la hora de las principales salidas de vuelos sobre todo destino Bangkok. Estas furgonetas van recogiendo a los turistas en cada hotel y la duración estimada es de tres horas. De cara a la vuelta este transporte se puede contratar en cualquier oficina de transportes que verás por la isla y en los hoteles sin problema.
Para asegurarnos plaza a la vuelta y por comodidad, nosotros contratamos el servicio con la misma empresa que nos llevó desde el aeropuerto al ferry en el mismo momento de pagar el barco de ida.
Koh Lanta está dividida en Koh Lanta Noi y Koh Lanta Yai. Ésta ultima es la zona donde se ubican todos los hoteles y se encuentran las principales playas de la isla.
Al norte se encuentra Saladan, capital de la isla y principal punto de acceso a la misma porque es donde se encuentra el puerto.
Koh Lanta conserva aún cierto aire de isla no dedicada al 100% al turismo. Hay una gran cantidad de habitantes que se dedican a otro tipo de actividades, por lo que estamos ante una isla con identidad propia compartida entre locales y turistas.
Aquí conviven tres grupos de identidad diferente como son los budistas, los musulmanes, se pueden ver varias mezquitas en la zona, y los Chaolew o gitanos del mar, los autóctonos de la isla.
Actualmente los Chaolew se decidan prácticamente a la pesca yson una minoría que viven en Chao Lei o “el pueblo de pescadores” y en Old Town, en el lado este de la isla.
Esta zona no tiene ninguna playa para disfrutar del baño ya que la isla es un poco montañosa y aquíla mayoría son desfiladeros y piedra. Merece una visita para observar la vida del día a día de los Chaolew.
De camino a Old Town hay un bar con unas excepcionales vistas de la costa este la isla. El View point restaurant es un lugar ideal para hacer una pequeña parada.
La carretera termina en Chao Lei, un pueblo gitano que parece suspendido en el tiempo.
El estrés no tiene cabida en esta barriada de apenas una quincena de casas con un pequeño puerto para las barcazas de pesca.
Toda la coste oeste de la isla está formada por grandes playas, las más largas y con mas y que cuentan con servicio son:
Khlong Khong en la parte más al norte de la isla. Es una larga playa con muchos hoteles y algo de fiesta. Esta playa está mucho más masificada que su hermana del sur Klong Nin. Esta larga costa enlaza con una serie de playas más pequeñas de gran belleza y sobre todo de una gran tranquilidad.
La mejor manera de recorrer la isla es alquilar una pequeña moto y perderse entre cala y cala. En todas la playas hay pequeños bares o restaurantes, por lo que no es necesario prepararse mucho la excursión, simplemente dejarse llevar. El precio de la moto suele oscilar entre 150 bht y 300 bht por día y la mayoría de los hoteles cuentan con el servicio de alquiler en la recepción.
Desde Klong Nin hacia el sur se encuentran las mejores playas de Koh Lanta, a continuación os detallo las más espectaculares de norte a sur.
Klong Nin es una larga y estrecha playa en la que se encuentran muchos hoteles y los principales restaurantes de la zona. Es de arena dorada aunque en la orilla hay algunas piedras que dificultan el baño. Todos los hoteles disponen de tumbonas para disfrutar con todas la comodidades del atardecer.
Nuestro alojamiento fue precisamente en esta playa. Al inicio Klong Nin está el Lanta Ilmare, un noventero hotel con bungalows individuales con terraza. Hay varios niveles de habitaciónes, el precio depende de si tienes vistas a la playa o no.
Dispone de pisicina y salida directa al mar. A unos diez minutos andando se encuentra la zona más concurrida de restaurantes, una calle con restaurantes con encanto donde puedes cenar en una mesas en la arena de playa.
Cuando la noche se apodera de la playa, los restaurantes sacan sus mejores galas, acomodan mesas a orillas del mar, hacen pequeños chill out para tomarse un postre o una copa, todo amenizado con música.
Nui bay beach
Es la playa más impresionante de Koh Lanta, una pequeña línea de costa rodeada de un frondoso bosque. Es una playa prácticamente virgen, rodeada de acantilados y aguas transparentes, con una total sensación de privacidad. La entrada está un poco escondida, detrás de una curva y sin ningún tipo de aparcamiento, las motos se dejan en el perfil de la carretera. Una escalera empinada te lleva a esta encantadora playa.
Según bajas, a la izquierda hay un pequeño chiringuito con apenas 5 mesas en la arena. La comida es típica tai de una gran calidad, es perfecto para resguardarte del abrasador sol con una Chang muy fresquita.
Waterfall Bay
Volviendo a la carretera, en dirección al parque natural, vamos en busca de Waterfall Bay. Atravesamos la pequeña localidad de Ban Klong Jark, un pequeño pueblo de casitas habitada por autóctonos que trabajan en las plantaciones de caucho.
A la playa se accede por un estrecho camino de tierra justo a la salida del pueblo.
La playa es larga y estrecha, como la mayoría de playas de la isla. Cuenta con un restaurante y un par de resorts pero todavía se encuentra sin explotar. La arena fina y blanca se ve a través del agua transparente.
Mai phai Bamboo
Siguiendo por la carretera hacia el sur nos encontramos con otra joya paradisíaca. Mai phai Bamboo beach es más grande que Nui Bay, pero también tiene un encanto especial.
Una estrecha playa con bosque a la retaguardia que da la sensación de estar en una isla totalmente desierta. Se accede por un camino de tierra a través de árboles hasta el restaurante de la playa.
Al igual que en el restaurante de Nui Bay, aquí se puede degustar autentica comida tailandesa con unas magníficas vistas del mar.
Además de disfrutar de sus playas, desde Koh Lanta se pueden hacer muchas excursiones a diferentes islas cercanas. Se puede visitar la turística playa de Phi Phi, hacer snorkel en islas diminutas u optar por la más típica que es la excursión de las 4 islas. Por unos 1500 baht (40€) las mayoría de las agencias de transporte ofrecen una excursión de un día con recogida en tu hotel, comida y snorkel (puede variar el precio dependiendo del tipo de barco que se elija).
Todas las agencias tienen barca rápida con capacidad para una veintena de personas o barcos mucho más grandes y lentos para unas 50 personas.
El itinerario de las cuatro islas puede variar dependiendo de la agencia y de las condiciones meteorológicas. Las agencias van llegando escalonadas para que no haya mucha masificación en los principales lugares de interés.
Ko Chueak
Nuestra primera parada fue esta pequeña isla para bucear en su arrecife. No tiene playa y te lanzas al mar desde la barca. La caída al agua es espectacular ya que según te sumerges, cientos de peces amarillos te rodean casi con intención de tocarte.
De vuelta a la barca y todavía con la emoción de haber nadado con unos graciosos pececillos, vamos a ver lo que se considera el “Highlight” de la excursión.
Ko mook
Navegamos hacia Ko mook, una playa a la que solo se accede a nado por “La cueva de esmeralda”, una cueva sin iluminación alguna de unos 50 metros de longitud que hay que cubrir a nado siguiendo el haz de luz de la linterna de nuestros guías.
Cruzar la cueva es sin duda uno de los grandes momentos del viaje, más aún cuando al final del túnel puedes disfrutar de una pequeña playa, literalmente encajada en la montaña, de arena blanca y agua transparente. Parece el auténtico paraíso, aunque la gran cantidad turistas de chalecos naranjas desdibujan esta idílica imagen.
Se acerca la hora del almuerzo y para ellos nos dirigimos a una isla totalmente paradisiaca, lo que realmente buscas cuando viajas a Tailandia.
Koh Ngai
Koh Ngai es perfecta para relajarse. El agua transparente deja ver pequeños peces merodeando en la orilla de arena fina.
La comida es un buffet montado sobre la arena con arroz, pollo y verduras, la agencia monta en 5 minutos la mesa para la comida que se disfruta con unas vistas increíbles.
Para completar la experiencia, es fundamental alejarte del puerto, muy poblado de turistas ya que todos comen aquí. Además uno de los resort de esta isla tiene su puerta en el mismo puerto.
Lo posibles tsunamis que pueden ocurrir en el mar de Andamán y en las costa de Tailandia hace que todas las islas tengan marcados las posibles rutas de evacuación.
Por ultimo, nos dirigiremos a Koh Ma para hacer un poco más de snorkel. En esta ocasión no vimos muchos peces y fue un poco frustrante sobre todo por las expectativas creadas.
De nuevo en Koh Lanta, toca volver despedirse. Al día siguiente pusimos rumbo al aeropuerto en la última “van” que sale de la isla para llegar al aeropuerto de Krabi, volar a Bangkok y de ahí a Madrid.
El largo viaje de vuelta se hace con la sensación de haber vivido en un trocito de paraíso, entre tradiciones budistas y playas de ensueño ya que el caos vivido en Bangkok se olvida rápidamente por la belleza y quietud de sus islas.
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